El Santo Rosario

¿Qué es el Santo Rosario?

Es una síntesis de la Historia de la Salvación en todos aquellos misterios en que María está al lado de Jesús participando viva y eficazmente en la salvación de los hombres. Y con el recuerdo de estos misterios la invocamos con las palabras del Ángel en la Anunciación-Encarnación y le suplicamos reiteradamente nos proteja durante la vida y en especial a la hora de la muerte. Nos asociamos a la “Esclava del Señor” y la acompañamos hasta que la veamos en la gloria para que Jesús nos ponga la corona que hayamos merecido. ¡Es maravilloso recorrer todos los días, en compañía de la Madre del Redentor, el camino de nuestra salvación!

Resumen: El Santo Rosario es un resumen de la vida, pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor, es una Biblia resumida.

¿Cuál es el origen del Santo Rosario?

El Santo Rosario como lo conocemos ahora no surgió de la noche a la mañana, se fue formando a lo largo de los años. Pero fue en 1214 que fue inspirado a la Iglesia por la Santísima Virgen, que lo dio a Santo Domingo para convertir a los herejes albigenses y a los pecadores. Ocurrió de la siguiente forma: viendo Santo Domingo que los pecados de los hombres obstaculizaban la conversión, se retiró a orar y hacer penitencia por tres días y tres noches, hasta que cayó medio muerto. La Santísima Virgen se le apareció en compañía de tres princesas celestiales y le dijo: “¿Sabes, querido Domingo de qué arma se ha servido la Santísima Trinidad para reformar el mundo?” - ¡Oh Señora, tú lo sabes mejor que yo -respondió él-; porque, después de Jesucristo, tu hijo, tú fuiste el principal instrumento de nuestra salvación! -Pues sabe- añadió Ella- que la principal pieza de la batalla ha sido el salterio angélico, que es el fundamento del Nuevo Testamento. Por ello, si quieres ganar para Dios esos corazones endurecidos; predica mi salterio.”

Nota: al rosario se le llamó también “salterio de la virgen”

¿Por qué es recomendable rezar el Santo Rosario?

Muchos deseamos que milagrosamente Dios nos favorezca con uno o muchos milagros a la primera o en un dos por tres; pero se nos olvida que antes de dar un buen remedio, es necesario preparar al enfermo para que lo reciba y aproveche. Por eso es necesario, desarrollar el aprecio por la oración, y especialmente por el rezo del Santo Rosario.

Recibirás la corona de gloria (1 Pe 5,4), la que no se marchitará jamás, si te mantienes fiel en rezarlo hasta la muerte, no obstante, la enormidad de tus pecados. Aunque estuvieses ya al borde del abismo, aunque estuvieses ya con un pie en el infierno, aunque hubieses vendido tu alma al demonio, aunque hubieses sido un duro hereje, y obstinado como los demonios, te convertirás tarde o temprano y te salvarás, siempre que -lo repito, y nota bien las palabras y términos de mi consejo. Reces devotamente, todos los días hasta tu muerte, el santo rosario con el fin de conocer la verdad y alcanzar la contrición y el perdón de tus pecados.

Por el Ave María

El pecado se destruirá.

Por el Ave María

toda gracia nos vendrá

El Rosario: corona de rosas

Inicialmente al Rosario se le llamaba salterio. después el pueblo, que es la voz de Dios, lo empezó a llamar Rosario, es decir, corona de rosas. Lo que significa que cuantas veces se recita el Rosario como es debido, colocamos en la cabeza de Jesús y de María una corona de doscientos rosas (una por a cada Ave María) y cuatro rosas blancas (una por cada tipo de misterio) y veinte rosas rojas (una por cada Padrenuestro) del paraíso, que no perderán jamás su belleza ni resplandor. Esto se obtiene al rezar el rosario completo, es decir, los cuatro tipo de misterios. Al recitar un tipo de misterio por día (que actualmente es lo tradicional entre los fieles) se coloca una diadema o guirnalda de rosas celestiales sobre la cabeza de Jesús y María.

¿El Rosario no es una BUENA oración por que es repetitiva?

Algunos dicen que el Rosario no es una oración porque es repetir fórmulas sin sentido.

            • ERROR

Puedo decir muchas palabras muy mías...

Pero nunca estarán al nivel de las dadas por Dios

NO es malo orar con nuestras propias palabras. También es necesario...

EJEMPLOS EN LA BIBLIA DONDE SE ORA REPITIENDO:

El Padrenuestro

  • Mateo 6, 9-13: Ustedes, en cambio, oren así: Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu voluntad, como en el cielo, también en la tierra; danos hoy nuestro pan cotidiano; y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos pongas en tentación, sino líbranos del mal.
            • Nos enseña el Padrenuestro
            • Es una "fórmula", que hay que repetir
  • Mateo 26,44: Y, dejándolos, se apartó una vez más, y oró por tercera vez repitiendo las mismas palabras.
            • Jesús, el Hijo de Dios, nuestro Maestro oraba repitiendo


  • Apocalipsis 4,8: Cada uno de los cuatro seres vivos tiene seis alas y están llenas de ojos por fuera y por dentro, y, sin descanso, día y noche dicen: «Santo, santo, santo es el Señor, el Dios Todopoderoso, el que era, el que es, el que va a venir».
            • Día y noche repiten las mismas palabras

CONCLUSIÓN: La Biblia que es Palabra de Dios nos enseña que podemos orar repitiendo.

Los misterios del Santo Rosario

Misterio significa realidad sagrada y difícil de comprender. Las obras de Jesucristo son todas sagradas y divinas, porque Él es Dios y hombre al mismo tiempo. Las de la Virgen María son santísimas, por ser Ella la más perfecta de las creaturas. Con Razón se da el nombre de misterios a las obras de Jesucristo y de su santísima Madre. Están en efecto colmadas de maravillas, perfecciones e instrucciones profundas y sublimes, que el Espíritu Santo revela a los humildes y sencillos que los honran.

El Santo Rosario esta compuesto por cuatro tipo de misterios:

Gozosos (se rezan lunes y sábados):

1. La Encarnación del Hijo de Dios (Lucas 1:26-38)

2. La Visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel (Lucas 1:39-53)

3. El nacimiento del Hijo de Dios en Belén (Lucas 2:6-19)

4. La purificación de Nuestra Señora (Lucas 2:22-40)

5. El niño perdido y hallado en el Templo (Lucas 2:41-52)

Dolorosos (se rezan martes y viernes):

1. La oración del huerto (Mateo 26:36-41)

2. La flagelación del señor (Juan 18:36-38; 19:1)

3. La coronación de espinas (Marcos 15:14-17; Mateo 27:24-30)

4. La cruz a cuestas (Juan 19:17; Lucas 9:23)

5. Jesús muere en la cruz (Juan 19:25-30)

Gloriosos. (se rezan miércoles y domingos):

1. La resurrección del señor (Marcos 16:6-8)

2. La ascención del señor (Mateo 28:18-20; Hechos 1:9-11)

3. La venida del Espíritu Santo (Hechos 2:1-4)

4. La asunción de nuestra señora (Cantar 2:3-6, 10)

5. La coronación de María Santísima (Cantar 6:10, Lucas 1:51-54)

Luminosos (se rezan los jueves):

1. El bautismo de Jesús en el Jordán (2 Co 5,21; Mt 3,17)

2. Las bodas de Caná (Juan 2, 1-12)

3. El anuncio del Reino de Dios (Mc 1, 15; Mc 2, 3-13; Lc 47-48)

4. La transfiguración (Lucas 9, 35)

5. La institución de la eucaristía, expresión sacramental del misterio pascual (Juan 13, 1).

El Ave María

Deseaba Santa Matilde saber cuál era el mejor medio para testimoniar su tierna devoción a la Madre de Dios. Un día, arrebatada en éxtasis, vio a la Santísima Virgen que llevaba sobre el pecho la salutación angélica en letras de oro, y le dijo: “Hija mía, nadie puede honrarme con saludo más agradable que el que me ofreció la adorabilísima Trinidad. Por él me elevó a la dignidad de Madre de Dios. La palabra Ave –que es el nombre de Eva– me hizo saber que Dios en su omnipotencia me había preservado de toda mancha de pecado y de las calamidades a que estuvo sometida la primera mujer. El nombre de María –que significa Señora de la luz– indica que Dios me colmó de sabiduría y luz, como astro brillante, para iluminar los cielos y la tierra. Las palabras llena de gracia me recuerdan que el Espíritu Santo me colmó de tantas gracias, que puedo comunicarlas con abundancia a quienes las piden por mediación mía. Diciendo el Señor es contigo, siento renovarse la inefable alegría que experimenté cuando el Verbo eterno se encarnó en mi seno. Cuando me dicen bendita tú eres entre todas las mujeres, tributo alabanzas a la misericordia divina, que se dignó elevarme a tan alto grado de felicidad. Ante las palabras bendito es el fruto de tu vientre, Jesús, todo el cielo se alegra conmigo al ver a Jesús, mi Hijo, adorado y glorificado por haber salvado al hombre”.

EN CONCLUSIÓN

BIBLIOGRAFÍA:

Libro: El secreto admirable del Santo Rosario

Autor: San Luis Maria Grignion de Montfort.

Videos del Padre Luis Toro (YouTube).